Primero Dios, con Gerardo Farías

Deuteronomio 9 - Pueblo rebelde y soberbio

April 07, 2024 Gerardo
Deuteronomio 9 - Pueblo rebelde y soberbio
Primero Dios, con Gerardo Farías
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Primero Dios, con Gerardo Farías
Deuteronomio 9 - Pueblo rebelde y soberbio
Apr 07, 2024
Gerardo

Hay algo que Moisés le recuerda al pueblo, ahora que estaban por entrar a la Tierra Prometida: Ciertamente Dios iría delante de ellos, como fuego consumidor, para ayudarlos a expulsar a las naciones que vivían en la tierra; a pesar de que eran pueblo fuertes, que vivían en ciudades fuertes, Dios pelearía por ellos. Pero lo que no debían olvidar, y lo que no debían llegar a pensar, es que Dios hacía esto porque ellos eran mejores que esos pueblos. No debían pensar que Dios hacía esto porque ellos eran más santos y más rectos que esos pueblos. Es posible que la maldad de estos pueblos había colmado la paciencia de Dios. Pero Israel no era mejor que ellos. Al contrario, ellos también habían colmado la paciencia del Señor varias veces. Moisés enumera algunas de las veces que hicieron enojar al Señor. Pero el Señor tuvo misericordia de ellos por dos grandes razones: 1) Moisés siempre intercedía por ellos. 2) Por la promesa que Dios había hecho a sus antepasados. Sabes, creo que nosotros no somos tan diferentes al pueblo de Israel. ¿Cuántas veces nosotros no hemos tropezado y hecho cosas que no son propias del pueblo de Dios? Nosotros, gracias a Dios, también tenemos a Uno que intercede por nosotros. Su nombre es Jesús. No somos mejores que nadie. Todos somos pecadores. Pero nosotros hemos puesto nuestra confianza en Jesús, y solo gracias a Él, en un día no muy lejano, entraremos en la Canaán Celestial. Que el Señor te bendiga. 

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Hay algo que Moisés le recuerda al pueblo, ahora que estaban por entrar a la Tierra Prometida: Ciertamente Dios iría delante de ellos, como fuego consumidor, para ayudarlos a expulsar a las naciones que vivían en la tierra; a pesar de que eran pueblo fuertes, que vivían en ciudades fuertes, Dios pelearía por ellos. Pero lo que no debían olvidar, y lo que no debían llegar a pensar, es que Dios hacía esto porque ellos eran mejores que esos pueblos. No debían pensar que Dios hacía esto porque ellos eran más santos y más rectos que esos pueblos. Es posible que la maldad de estos pueblos había colmado la paciencia de Dios. Pero Israel no era mejor que ellos. Al contrario, ellos también habían colmado la paciencia del Señor varias veces. Moisés enumera algunas de las veces que hicieron enojar al Señor. Pero el Señor tuvo misericordia de ellos por dos grandes razones: 1) Moisés siempre intercedía por ellos. 2) Por la promesa que Dios había hecho a sus antepasados. Sabes, creo que nosotros no somos tan diferentes al pueblo de Israel. ¿Cuántas veces nosotros no hemos tropezado y hecho cosas que no son propias del pueblo de Dios? Nosotros, gracias a Dios, también tenemos a Uno que intercede por nosotros. Su nombre es Jesús. No somos mejores que nadie. Todos somos pecadores. Pero nosotros hemos puesto nuestra confianza en Jesús, y solo gracias a Él, en un día no muy lejano, entraremos en la Canaán Celestial. Que el Señor te bendiga.