Primero Dios, con Gerardo Farías

Deuteronomio 10 - Limpia tu corazón pecaminoso y deja de lado tu soberbia

April 08, 2024 Gerardo
Deuteronomio 10 - Limpia tu corazón pecaminoso y deja de lado tu soberbia
Primero Dios, con Gerardo Farías
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Primero Dios, con Gerardo Farías
Deuteronomio 10 - Limpia tu corazón pecaminoso y deja de lado tu soberbia
Apr 08, 2024
Gerardo

El pueblo había sido perdonado por Dios. Moisés había intercedido por ellos. Dios nuevamente les dio las Tablas de la Ley con los 10 mandamientos. Y les dice que es hora de entrar en la tierra prometida. ¿Qué debía hacer el pueblo? Obedecer a Dios. Vemos que la causa principal para la desobediencia es nuestro corazón pecaminoso y nuestra soberbia. Nuestro corazón pecaminoso, es decir, nuestra tendencia al mal, siempre nos va a querer llevar a ir en contra de la voluntad de Dios. Tenemos una tendencia a desconfiar en Dios. Tenemos una tendencia a la idolatría. Como diría el apóstol Pablo, el mal vive en nosotros. El orgullo y la soberbia, nos va a hacer pensar que nosotros siempre tenemos la razón. La clave entonces está en humillarnos siempre en la presencia del Señor. Él es Dios. Él es el Señor de señores. Nosotros somos simples criaturas. Debemos someter nuestra voluntad a la suya. Debemos pedirle que nos de un nuevo corazón, y un espíritu humilde. Debemos pedirle que escriba sus mandamientos en nuestro corazón. Pídele a Dios que te lave de tus pecados en la sangre de Cristo Jesús, y que su Santo Espíritu complete la obra en ti. Nosotros no podemos hacer esta obra. Solo Dios es el que puede cambiar nuestra vida. Solo Dios es el que nos puede salvar. Que el Señor te bendiga. 

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El pueblo había sido perdonado por Dios. Moisés había intercedido por ellos. Dios nuevamente les dio las Tablas de la Ley con los 10 mandamientos. Y les dice que es hora de entrar en la tierra prometida. ¿Qué debía hacer el pueblo? Obedecer a Dios. Vemos que la causa principal para la desobediencia es nuestro corazón pecaminoso y nuestra soberbia. Nuestro corazón pecaminoso, es decir, nuestra tendencia al mal, siempre nos va a querer llevar a ir en contra de la voluntad de Dios. Tenemos una tendencia a desconfiar en Dios. Tenemos una tendencia a la idolatría. Como diría el apóstol Pablo, el mal vive en nosotros. El orgullo y la soberbia, nos va a hacer pensar que nosotros siempre tenemos la razón. La clave entonces está en humillarnos siempre en la presencia del Señor. Él es Dios. Él es el Señor de señores. Nosotros somos simples criaturas. Debemos someter nuestra voluntad a la suya. Debemos pedirle que nos de un nuevo corazón, y un espíritu humilde. Debemos pedirle que escriba sus mandamientos en nuestro corazón. Pídele a Dios que te lave de tus pecados en la sangre de Cristo Jesús, y que su Santo Espíritu complete la obra en ti. Nosotros no podemos hacer esta obra. Solo Dios es el que puede cambiar nuestra vida. Solo Dios es el que nos puede salvar. Que el Señor te bendiga.