Primero Dios, con Gerardo Farías

Deuteronomio 33 - Moisés bendice a las tribus de Israel

May 02, 2024 Gerardo
Deuteronomio 33 - Moisés bendice a las tribus de Israel
Primero Dios, con Gerardo Farías
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Primero Dios, con Gerardo Farías
Deuteronomio 33 - Moisés bendice a las tribus de Israel
May 02, 2024
Gerardo

Moisés estaba en el monte Nebo, desde dónde el Señor le permitió contemplar la Tierra Prometida. La podría ver, pero no podría entrar en ella. En ese mismo monte iba a morir. Pero antes de morir, Moisés pronunció esta bendición sobre el pueblo de Israel. Él bendijo a todas las tribus, con excepción de Simeón, ya que su territorio estaba rodeado por el de sus hermanos. Estas bendiciones representan el deseo de Moisés para cada una de ellas, y también reflejan alguna característica de cada tribu. Pero al terminar, Moisés les recuerda a todas ellas que Dios es su refugio. Dios es el escudo de Israel, y también su espada triunfante. Dios es quien los ayuda y los defiende. Las bendiciones siempre proceden del Señor. Él puede fortalecer y enriquecer a un pueblo. Pero nunca debemos olvidar que es Dios quien bendice. No debemos pensar que se trata de suerte, ni de mi habilidad y fuerza, sino que todo lo que tenemos, lo recibimos del Señor, por su amor y misericordia. Que el Señor te bendiga. 

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Moisés estaba en el monte Nebo, desde dónde el Señor le permitió contemplar la Tierra Prometida. La podría ver, pero no podría entrar en ella. En ese mismo monte iba a morir. Pero antes de morir, Moisés pronunció esta bendición sobre el pueblo de Israel. Él bendijo a todas las tribus, con excepción de Simeón, ya que su territorio estaba rodeado por el de sus hermanos. Estas bendiciones representan el deseo de Moisés para cada una de ellas, y también reflejan alguna característica de cada tribu. Pero al terminar, Moisés les recuerda a todas ellas que Dios es su refugio. Dios es el escudo de Israel, y también su espada triunfante. Dios es quien los ayuda y los defiende. Las bendiciones siempre proceden del Señor. Él puede fortalecer y enriquecer a un pueblo. Pero nunca debemos olvidar que es Dios quien bendice. No debemos pensar que se trata de suerte, ni de mi habilidad y fuerza, sino que todo lo que tenemos, lo recibimos del Señor, por su amor y misericordia. Que el Señor te bendiga.