Primero Dios, con Gerardo Farías

Levítico 23 - Las Fiestas Solemnes del Señor

Gerardo

Las fiestas espirituales del Señor tenían el propósito de que el pueblo de Israel se mantuviera unido en su adoración a Dios. Las fiestas coincidían con las cosechas, por lo tanto se reconocía a Dios como el proveedor y sustentador de su pueblo.  La fiesta de la Pascua, les recordaba como Dios los había sacado del esclavitud de Egipto. La fiesta de las semanas, o Shavuot, se celebraba 50 días después de la Pascua, y se ofrecía el primer trigo de la cosecha. La fiesta de Rosh HaShana, o también conocida como fiesta de las trompetas, tenían no solo el propósito de marcar el inicio del año (en otoño), sino también de anunciar que se acercaba la llegada del Rey, y también que se acercaba la llegada del Día del Juicio, Yom Kippur, también llamado Día del Perdón. La última fiesta del año era la fiesta de Sukot, o fiesta de las Cabañas, donde el pueblo debía recordar que antes de entrar en la tierra prometida, sus antepasado habían vivido en tiendas en el desierto. Todas estas fiestas eran muy solemnes. Pero la más solemne de todas era el día del Perdón. Quienes no se humillasen ese día, y lo tomaran como un día común, debían ser cortados del pueblo. Dios es la fuente del perdón. Él quiere perdonar todos nuestros pecados. Pero cuando no nos humillamos, y cuando nos rebelamos en su contra, ya no puede haber perdón, sino condenación. Todas estas fiestas apuntan a Cristo Jesús. Él es nuestro Cordero Pascual. Él murió y resucitó al tercer día. Él nos envió el Espíritu Santo durante la fiesta de las semanas. Cristo Jesús ahora está intercediendo por nosotros en el cielo, junto al Padre. Y cuando nos venga a buscar, celebraremos junto a Él la fiesta de las enramadas. Que Dios sea el centro de toda nuestra adoración. Y no dejemos de congregarnos, ya que cada sábado se apartó para eso, para que nos reunamos y juntos adoremos al Señor. Que el Señor te bendiga.