Primero Dios, con Gerardo Farías

Números 6 - La Bendición Sacerdotal

Gerardo

Todo el servicio del santuario; todos los sacrificios; todas las ofrendas, tenían un sólo propósito: que Israel pudiera venir y presentarse en la presencia de Dios. Cada vez que se venía a adorar al Señor, los sacerdotes debían despedir al pueblo con ésta bendición: El Señor te bendiga y te guarde. El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. El Señor alce su rostro sobre ti, y ponga en ti paz". El pueblo debía volver a sus hogares, con la bendición de la paz de Dios. Todos los israelitas traían sus sacrificios y sus ofrendas al Señor; pero el bendecido no era el Señor: la bendición mayor siempre la recibía el pueblo. Nada se compara con recibir la misericordia y la paz de Dios. Nada se compara con recibir la mirada de aprobación de parte de Dios. Con su bendición podemos enfrentar todos los desafíos de la vida. Con su bendición, podemos tener paz. No dejes de buscar a Dios en su templo. No dejes de congregarte. Solo en la presencia de Dios podemos encontrar su bendición. Que el Señor te bendiga.