1 Reyes 17 - El Profeta Elías anuncia la sequía como consecuencia de la apostasía

De todos los profetas de la Biblia, el profeta Elías es uno de los más conocidos por las grandes hazañas que realizó de parte de Dios. Lo vemos valiente y desafiante delante de un rey Acab débil y apóstata. De todos los reyes de Israel, de Acab se nos dice que llegó a ser el peor de todos. Él estaba siguiendo los pecados de Jeroboam, pero además agregó el hecho que se casó con Jezabel, princesa de Sidón, la cuál introdujo en Israel el culto a Baal y Astarté. Debido a esta profunda apostasía, Dios levantó a Elías, para hacer reaccionar al pueblo y a su rey, de las consecuencias de abandonar al Señor. La sequía prolongada es una sentencia de muerte. Sin lluvia, no hay cosechas, y sin cosechas solo se espera hambre y destrucción. Lo interesante es que hasta el mismo profeta estuvo al borde de la muerte. Dependía plenamente de Dios para recibir su propio alimento. Y Dios eligió alimentarlo de dos formas muy poco convencionales: mediante cuervos y mediante una viuda extranjera. Dios demostró su poder al hacer milagros extraordinarios. Dios tiene poder para salvar; y Dios tiene poder también para destruir. Hay bendiciones por la obediencia. Y hay maldiciones por la desobediencia. ¿Qué vas a elegir tú? ¿La bendición o la maldición? ¿La obediencia o la desobediencia? La elección es nuestra. Que el Señor te bendiga.