Salmo 19 - Cómo vivir una vida que agrada al Señor

A través de este salmo, nos damos cuenta que el Rey David, al parecer, pasaba muchas horas observando los cielos y la naturaleza; y así era como se inspiraba para componer sus salmos y sus alabanzas a Dios. Pero en este salmo pasa algo muy interesante: Primero David nos habla de cómo los cielos nos revelan la gloria de Dios; es decir, David veía tanta perfección y belleza en los cielos, que para él eso era un testimonio de la exitencia de un Dios Creador. Pero de pensar en la naturaleza, y de cómo hay reglas que rigen al sol y a las estrellas, David ahora piensa en la Ley moral de Dios, que es la que debe guíar nuestras vidas. La Ley de Dios es perfecta; pero nosotros somos imperfectos. El pecado nos ha vuelto personas llenas de defectos. Por eso, el pedido final de David es: Señor, ayúdame a no pecar. Ayúdame a hablar y a pensar de una forma que te no te ofenda. Y ciertamente, en nuestro interior hay muchos pecados, quizás que ni siquiera nos damos cuenta. Hemos pecado tantas veces, y de tantas maneras, pero quizás hasta podemos llegar a pensar que es normal; o hemos encontrado formas de justificar nuestro pecado. Pero cuando David reflexionaba en la Ley de Dios, se daba cuenta que necesitaba de la gracia y el pode de Dios para no pecar. Te invito a que esta sea tu oración: Señor, ayúdame a no pecar, y a que mis pensamientos y mis palabras siempre sean de tu agrado. Que el Señor te bendiga.