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Primero Dios, con Gerardo Farías
Primero Dios, con Gerardo Farías
Salmo 25 - Protección, Perdón, y Dirección
Protección, perdón, y dirección, son las peticiones que más abundan en este salmo. David, como rey, siempre estuvo rodeado de muchos enemigos. Habían por supuesto enemigos externos, es decir de las naciones vecinas, que siempre representaban una amenaza para David y su reino. Pero también habían amenazas internas; es decir, personas muy cercanas a él que se levantaban en su contra. El rey David, como ser humano, también cometió muchos errores. Entre sus grandes pecados se cuenta la vez que una vez mandó a hacer un censo. Su propio general le aconsejó que no lo hiciera. Pero el rey insistió. Quería saber cuanta gente tenía en su reino, para poder ir a la guerra; se había olvidado que Dios peleaba sus batallas, y que Dios era el que siempre le daba la victoria, sin importar la cantidad de soldados que David tuviera. Lo cierto es que todos necesitamos el perdón de Dios. Todos nos equivocamos de alguna u otra forma. Y si queremos la bendición de Dios, tenemos que estar a cuentas con Él. El pecado se vuelve una barrera, un abismo que nos separa de Dios. El perdón en cambio es el puente que nos lleva de regreso a la comunión íntima con Dios. De hecho David habla de eso aquí. En el versículo 14 David dice que Dios es una amigo muy personal e íntimo de quienes se acercan a Él con temor y reverencia. Por último, David pide dirección. David quiere ir por la senda recta. A veces es fácil para nosotros, desviarnos del camino. Como las ovejas, fácilmente nos extraviamos. Necesitamos pedirle al Señor que constantemente nos dirija. Que nos muestre el camino a seguir. Oremos y pidamos estos tres elementos en nuestra vida. Que el Señor te bendiga!!