Primero Dios, con Gerardo Farías

Salmo 26 - Líbrame de los hipócritas

Gerardo

No sabemos el momento exacto en que se escribió este salmo. Pero es posible que David lo haya escrito en una etapa temprana de su vida. Se puede decir que la vida de David se divide en dos etapas: antes de ser rey, y cuando ya es rey. Antes de ser rey, vemos a un David muy consagrado, con mucha fe, y lleno de amor por Dios. Pero cuando se convierte en rey, y se llena de riquezas, poder y gloria, es posible que su fe y su dependencia de Dios hayan cambiado. El mayor peligro del éxito es que nos podemos llegar a confundir, y pensar que las victorias se deben a nuestra sabiduría y poder. Pero si David llegó a donde llegó, se debía únicamente a la bendición y la protección del Señor. El gran pecado de David llegó en su etapa de mayor éxito. David se estaba dejando llevar por el orgullo y las pasiones de su corazón. Aquí David habla de inocencia, y es posible que esa etapa más inocente, es decir cuando aún no era rey. Pero la inocencia de David también tiene que ver con falsas acusaciones que se hacían en su contra. Cuando Saúl perseguía a David, lo hacía bajo el falso pretexto de que David planeaba un golpe de estado, y lo acusaba de ser un traidor. Lamentablemente en la vida siempre van a haber personas que no son sinceras. Disfrazan sus verdaderas intenciones bajo la mentira y la hipocresía. David pide se examinado por Dios, y declarado inocente por Él. Su único deseo era alabar a Dios en su santo templo. Que nuestra oración también sea: Señor, líbrame de los mentirosos y de los hipócritas; y por sobre todo, líbrame de yo convertirme en uno. Que el Señor te bendiga.