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Primero Dios, con Gerardo Farías
Primero Dios, con Gerardo Farías
SALMO 35 - QUE CAIGAN EN SU PROPIA TRAMPA
Este es un salmo imprecatorio; es decir, un salmo que clama pidiendo que el Señor intervenga y haga justicia. Se pronuncian en ese contexto, como si el salmista se presentara delante de Dios en la corte celestial. A veces el lenguaje de estos salmos suenan un poco violentos, y con palabras fuertes, incluyendo maldiciones. Pero todas estas palabras se dicen en el contexto del Pacto de Dios con Israel. Dios había prometido bendecir a quienes bendijeran a Israel, y maldecir a quienes le maldijeran. David aquí nos habla de enemigos ocultos; es decir, personas que habían sido cercanas a David, pero que luego lo traicionan y buscan destruirle. Con palabras, con amenazas, con intimidaciones, estos enemigos buscaban debilitar a David emocionalmente, para que así fuera más fácil su caída. Pero David siempre se fortaleció en el Señor. Y David visualiza en este salmo a Dios como un poderoso guerrero; un guerrero que tiene su escudo y su lanza, listo para atacar. David pide que sus enemigos caigan en sus propias trampas. Si en algún momento te sientes rodeado, atacado, y en peligro, sigue el consejo de David: refúgiate en Dios. Pídele a Dios que te defienda. Deja todo en sus manos, y pídele que Él pelee tus batallas. Que el Señor te bendiga.