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Primero Dios, con Gerardo Farías
Primero Dios, con Gerardo Farías
Salmo 137 - Si me olvido de ti, oh Jerusalén
Este es un salmo de tristeza y dolor durante el exilio. Nos pinta un cuadro muy triste, donde los judíos que habían sido llevados al cautiverio en Babilonia, relatan como les era imposible cantar sobre Jerusalén en una tierra tan lejana. El salmista dice que en Babilonia ellos colgaron sus arpas de los sauces, en señal de que no volverían a cantar ni a tocar el arpa. Ellos no dejaban de llorar y de pensar en Jerusalén. Pero cada vez que pensaban en ella, a su mente se venían recuerdos traumáticos: la destrucción, las muertes, claramente eran pensamientos muy dolorosos y desgarradores. Por eso el salmo termina pidiendo justicia: pide justicia contra Edom, que se burlaba de Jerusalén, y gritaban pidiendo su total destrucción. Y pide justicia contra Babilonia. Este salmo termina citando una profecía de Isaías 13, que profetizaba la completa destrucción de Babilonia. Los salmistas piden justicia: y eso exactamente lo que Dios haría en el futuro. Dios castigó a su pueblo por sus pecados; pero Dios también castigaría a los babilonios por su crueldad y violencia. Y Dios también castigaría a Edom por haberse burlado de su pueblo. Hoy en día muchas personas siguen deseando la destrucción de Israel. Se alegran cada vez que Israel es atacada o lastimada. No olvidemos de que se acerca el día del juicio final. Dios les dará a todos el pago que corresponde a sus obras. Pero te invito a que pongas tu mirada en la Jerusalén celestial. No te olvides de la recompensa que Dios está preparando para los que le aman. Que el Señor te bendiga.