Primero Dios, con Gerardo Farías

Salmo 141 - Cómo vivir una vida que agrade al Señor

Gerardo

Esta es otra oración del rey David. ¿Cuál es su petición? Su petición es que sus oraciones sean como el incienso - es decir, que sus oraciones sean un perfume agradable delante del Señor. La Biblia dice que hay oraciones que el Señor no va a a escuchar - por ejemplo, proverbios 28:9 declara que Dios aborrece la oración de aquel que se niega a obedecer su Ley. El salmo 66:18 también señala que si abrigamos la maldad en el corazón, el Señor no oirá nuestras oraciones. David entiende que Dios es santo; y para que las oraciones sean aceptadas, éstas deben provenir de un corazón sincero y purificado por la gracia del Señor. Su siguiente petición es que Dios le ayude a no proferir palabras necias. Que Dios guarde sus labios, para no pecar con sus palabras. Mentir, calumniar, insultar, maldecir, chismosear, son diferentes formas de pecar con nuestras palabras. Pídamosle a Dios que nos libre de pecar con lo que decimos. David también pide que Dios guarde sus pensamientos. Podemos no decir nada; pero si lo pensamos, es lo mismo. Que Dios nos ayude a pensar en todo lo bueno, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que tiene un buen nombre. Eso es lo que debe llenar nuestra mente. La siguiente petición, es ser librado de juntarse con los pecadores. David pide no estar en las fiestas de ellos, en sus banquetes y celebraciones. Imagina una fiesta, donde hay mucha comida, y mucho vino - ahí se da rienda suelta a todo lo anteriormente mencionado. David pide no tener parte en fiestas que no le van a contribuir a su crecimiento espiritual. Y por último, David pide siempre estar rodeado de personas justas, que lo reprendan y lo corrijan. Si una persona justa me corrige, siempre será una bendición. No debemos ser orgullosos, y pensar que nunca nos vamos a equivocar. Si otros ven mis errores, y me los hacen saber, yo debo ser humilde y escuchar su corrección. Dios puede usar a los amigos para que nosotros veamos lo que no hemos querido ver. Que el Señor nos ayude a vivir una vida que le glorifique y que sea agradable delante de Él. Que el Señor te bendiga.