Eclesiastés 12 - Acuérdate de tu Creador

Salomón termina su libro con esta invitación a no olvidarnos de Dios. Es muy interesante que Salomón use la palabra Creador. No venimos de la nada. No somos producto de la evolución. No! Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Fuimos creados como seres pensantes, creativos, pero también como seres morales y espirituales. No esperes a que lleguen los años malos para acordarte de Dios. ¿Cuáles son los años malos? De forma poética Salomón describe la vejez. Se empieza a perder la vista, la audición, y hasta la comida va perdiendo su sabor. Las piernas ya no tienen la misma fuerza. No esperes a que lleguen esos días para acordarte de Dios. Sirve a Dios en tu juventud. Dedica tus mejores años para andar en sus caminos. Sobre todo, recuerda que Dios al final nos va a juzgar. Dios va a juzgar todas nuestras obras, sean buenas o sean malas; incluyendo lo que supuestamente hayamos hecho en secreto. Para Dios no hay secretos. Es muy posible que Salomón, haya escrito este libro en su vejez. El libro de Reyes nos habla de que en su vejez, Salomón se corrompió, y mandó a construir altares paganos en Jerusalén para complacer a sus muchas esposas extranjeras. Salomón se olvidó de Dios. Pero si él escribió este libro en su vejez, es entonces muy probable que Salomón se haya arrepentido. Y ahora aconseja a todos a no olvidarse de Dios. Acuérdate de Dios antes de que lleguen esos días malos. Guarda sus mandamientos. Esa es nuestra mayor meta. Que el Señor te bendiga.