Isaías 54 - Promesas de restauración para un pueblo abatido

Dios, en su amor y su pasión por su pueblo, los abandonó en manos de sus enemigos. El exilio es uno de los castigos más duros que ha sufrido el pueblo de Israel. Dios en su ira, se apartó de ellos, y les permitió experimentar las maldiciones de la desobediencia. Pero lo hizo con la intención de redimirlos y guiarlos a un profundo y sincero arrepentimiento. Dios, en su amor, deseaba traerlos de regreso, reestablecerlos y restaurarlos a su antigua gloria. Las palabras de este capítulo, están cargadas de amor, consolación, y bondad. Pero debemos recordar que todas estas promesas eran condicionales - es decir, se cumplirían siempre y cuando Israel permaneciera en obediencia y fidelidad a Dios. Que al leer este capítulo, nosotros sintamos y entendamos cuanto Dios nos ama, y cuanto Él desea nuestra completa paz y restauración. Que el Señor te bendiga.